Descubrí, casi de zopetón, cuál era tu frase de cabecera. También me enteré de que te gustaban las gaseosas light. Esas que tomabas con mi superhéroe preferido mientras te ponías hablar de asuntos internos, que solo ustedes dos entendían.
Pasábamos mucho tiempo juntos, cada vez más. A veces, hasta se hacía de noche. Eso en verano y en Mendoza es un montón.
Cuando iba a rendir, no te decía, no quería que nos comparáramos y, a decir verdad, tampoco quería decepcionarte. El lunes siguiente me enteré de que aprobé y fuiste el primero en saberlo, cómo no? tenías que ser vos.
Para festejar, encendimos un cohete en algún lugar igual de verde.
Las siguientes veces que rendí, también fuiste el primero en saberlo. "Oficialmente somos colegas", te escribí aquella mañana. El resto de las horas de ese día las pasé a tu lado.
Ese día resultó seer inolvidable. Vos empezabas a serlo.
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