“Sólo son 10 minutos” le dijo alguien a otro alguien y así lo convenció de meterse cada vez más en el vastísimo universo de la italianidad en Argentina.

“Sólo son 10 minutos” le dijo alguien a otro alguien y así lo convenció de meterse cada vez más en el vastísimo universo de la italianidad en Argentina.
“Después de un año bajo la Tierra, igual que sobreviviente en medio de la guerra...“
No sé si lo que no te mata te hace más fuerte, pero sí se que no hay nada más humano que morir y resucitar acompañado. Los que te aman, los te quieren, aquellos que te saben fuerte y se saben fuertes a tu lado jamás te van a dejar morir, no sin pelear a tu lado.
“En tanto, la mayoría de los seres humanos nunca lograremos comprender que, ya que la vida es tan corta y es todo lo que tenemos, deberíamos vivirla, momento a momento, lo más intensamente posible”.
DOMINGO: USTED ES LA CULPABLE
Aleatoriedad vs. Alea jacta est
-Hola, disculpame, ¿me puedo llevar uno?
En la mesa había cupavci y flyers.
-Sí, ahí tenés los contactos, la dirección de la sede, etcétera.
Me llevé el cupavci y el flyer. De los tres números que había, elegí el distinto, el que empezaba con 260. Siempre hice esas cosas, ¿por qué cambiaría ahora? “Voy a entrevistar a un súper croata“, pensé.
En el almuerzo por mi cumpleaños, me puse a ver las fotos y mi hermano me contó que trabajaba con la nieta de uno de los pilares de la colectividad croata que se había muerto el año anterior.
“Firma como Bacic, porque el apellido es un quilombo de consonantes“
Me mostró al hombre, llegué a la página de facebook de la colectividad y de ahí al pibe del sombrero. Tener un padre especialista en derecho internacional público me había hecho fan de la historia ex Yugoslavia. “Voy a entrevistar a un súper croata“, me repetí.
Mi sorpresa fue mayúscula cuando desde el minuto cero me empezó a hablar en italiano. Después me hablaría en alemán, en inglés y en ruso y yo le hablaría en catalán y en piamontés. Un día cualquiera de mayo (o Maggio) le mostraría cómo se escribía el lombardo de Lecco.
El pibe del sombrero, el pibe de la foto es Artur, una de mis personas favoritas en todo el mundo, este y el próximo. El Artù es una de las personas con las que más aprendo/í (desde glagolítico hasta música bosnia y cine italiano) uno de los que más quiere y honra a sus raíces y el que más detesta el cilantro. Es parte de mi team pizza-con-ananá lovers y también uno que siempre está, en todas. Uno para el que voy a estar, también en todas.
El día que nos conocimos yo festejaba mi cumpleaños, hoy es el suyo y festejo este día como festejo toda su vida. Felices muchos años, Artur. Mi i ti veuj bin/ T‘estim molt.
VIERNES: OUR UNIVERSE
Después de la autoconfesión de ayer pude empezar a decir algunas cosas, pocas palabras o frases por la mitad. El problema era que muchas veces yo quería decir algo y el receptor del mensaje entendía la mitad.MIERCOLES: MOSCAS EN LA CASA
A veces son más de las dos de la tarde y todavía no dije ni una sola palabra, más si las gatas duermen. Abrí Spotify para cantar, también a los gritos, “Moscas en la casa“ de Shakira. Había pasado la semana anterior cantando “Día de enero“, pero reemplazando enero por el mes en el que nos conocimos. Tuve que desistir, encontrar palabras que rimaran y que tuvieran sentido era muy difícil.Dicen que los recuerdos son un gran rompecabezas, lo que no te dicen es que algunas piezas quizás las re-encontrás casi 30 años después.
Cada vez que pienso en el Día del Amigo me acuerdo de la anécdota de las llaves que Galeano cuenta sobre Benedetti. También, de que Borges dice que la amistad, a diferencia del amor, no necesita de frecuencia. Mis más grandes amistades nunca fueron esperadas, simplemente surgieron, por ejemplo, porque nos enterábamos de que amábamos u odiábamos lo mismo, porque ante las mismas situaciones reaccionamos igual o porque un día x nos empezamos a hablar y otro día x nos dimos cuenta de que nos “bienqueríamos”.
Los amigos que tengo me salvaron más veces de las que se los digo y cuando sé que están en problemas soy la primera que se pone las botas y va al frente a pelear con quien sea/lo que sea. Para mí eso es la amistad, estar ahí, más allá de la distancia, más allá del tiempo, sin mochilas, sin expectativas, en el día a día, “regando“ el vínculo, como si fuera una plantita.
Mis amigos, como decía Galeano que decía Benedetti, son mis llaves, porque me abren a caminos o recorridos que jamás hubiera hecho sola. La amistad, como decía Borges, no necesita de frecuencia, pasa un año o 14 mil kilómetros sin que nos veamos y sé que mis amigos están, que podemos decirnos todo, lo bueno y lo malo. Sabernos amigos implica eso, estar en todas.
Si existe algo mejor que saberse así de “enamigada“ no quiero saberlo. Feliz día y gracias a todos.
Estoy escribiendo una monografía y necesito una foto del pasaporte de mi nonno, en la hoja de atrás está el número de dos decretos. Obviamente, los busco, los encuentro. En aquel momento, Italia y Argentina tenían una serie de acuerdos por los que quienes tenían un oficio técnico-industrial o eran artesanos serían acogidos con más facilidades para establecerse, primero ellos y luego sus familias.
Mi nonno, artesano de la madera, que había salido de Torino con el título de ebanista, pudo venir a Argentina gracias a esos acuerdos, gracias a que este país deliberadamente quiso recibirlo para que trabajara. Su llegada, después, posibilitó que viniera el resto de su familia, mis bisabuelos y mis tíos abuelos. Gracias al Angelo pionero, al aventurero, al trabajador, yo estoy escribiendo estas líneas.
Gracias, Argentina, por recibir en tus tierras primero a mi nonno y después, por reunir a toda la familia. Gracias a nuestros países de origen (acá incluyo a España también, para que nadie diga que nunca la nombro) por darnos a quienes nos dieron la vida y gracias Argentina, patria de acogida, por permitirnos prosperar y ser libres en este suelo.
Fue una madrugada de cola en 7 y 50, la espera de casi un mes y contar los días desde que empezó noviembre.
"Los libros eran sólo un receptáculo donde guardábamos algo que temíamos olvidar. No hay nada de mágico en ellos, de ningún modo. La magia reside solamente en aquello que los libros dicen; en cómo cosen los harapos del universo para darnos una nueva vestidura (...)
No quería abrir los ojos. Más que nada porque temía que todo hubiese sido un sueño. ¿Estás realmente acá? ¿o sos la respuesta a mis eternos “are you gonna be in my dreams tonight“?
Abro los ojos, me doy media vuelta. Te toco, estás. Tus ojos aún están cerrados. Me quedo mirándote, com si fueras magia, sin podérmelo creer del todo. Asumiéndolo y sonriéndomelo. Estás acá.
Abrís los ojos. Me mirás. Te miro.
-Estás acá- murmuro.
-Estás acá- me respondés.
Me acomodo en el hueco entre tu cuello y tu hombro, paso tu brazo por encima de mi espalda. Te abrazo. Volvemos a dormir.