jueves, 17 de diciembre de 2015

Ni vos ni yo, él

No. No sos vos. Cuando me levanto no es tu cara la primera que evoco. Pensar en tu sonrisa no me hace reírme como una estúpida frente al espejo y llamarte mentalmente.
No, vos no me partiste el mundo, no marcaste un antes y un después, no proyecto futuros posibles a tu lado ni pienso siquiera en cuánto cambió mi vida desde el día y la hora exacta en la que te vi aparecer.
No. Verte no me genera nada. No siento un estruendo como de fuegos artificiales a mi alrededor, chispas en los ojos, un estallido de no sé qué que lo único que hace es que quiera abrazarte y no soltarte más. No. Vos no me dejás sin reacción o con todas juntas. No me parás el mundo con sólo decir mi nombre. No me volás la cabeza. No me volvés loca.
No. Las conversaciones con vos no se hacen eternas, no busco excusa para tenerlas. No siento esas ganas irrefrenables de saber cómo estás, qué estás haciendo y cómo. No quiero que me cuentes nada, no me importa si preferís lo dulce o lo salado o cómo te gusta el café. No me muero de ganas de saber qué se te cruza por la cabeza ante tal o cual tema, el que fuera. No necesito de tu voz, ni de tus consejos, ni de tu compañía en una sala de espera. No quiero que me preguntes si llegué bien después de una fiesta, ni que te preocupes por mí si vuelvo muy tarde a casa.
No. No te permito que lo critiques sólo porque no hace las cosas como vos, sólo porque mi futuro hipotético lo ves con vos y no con él, ¿quién sos para decirme de quién me tengo que enamorar?, esto no sigue un "deber ser", simplemente es, se da.
Vos no sos como él y tampoco lo pretendo. No es perfecto, es humano y fueron esas imperfecciones las que me enamoraron de él, no de vos. Se come las s, cada vez tiene más panza, ya le salieron canas, tiene un corte de pelo espantoso y no hay forma de que entienda que el marrón y azul no combinan, pero aún así me encanta, me mata, me revive y me todo. No hay vuelta que darle, ¿para qué dársela?.
No. No hay argumento racional que pueda ser válido. Vos no me desvelás. Con vos no sueño, con vos no soy yo. Ni es mi complemento, ni mi otro yo ni mi media naranja, él es el "él" con el que yo estoy eligiendo ser y hacer, no vos. No te puedo pedir disculpas, ni por lo que siento, ni por lo que no. Vos no sos y este tango se baila de a dos.

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Jugarle al amor

Cuando dejás de querer a alguien, pensás que nunca más vas a volver a experimentar esa mezcla de sensaciones, esa combinación exacta que se da solo cuando tenés a "la" persona enfrente. Lo pensás, sí, una y mil veces, pero por suerte no tenés razón.
Volver al ruedo siempre cuesta, pero se puede y el amor, cada amor, es como una huella dactilar o las formas de la lengua, uno es distinto a todos y también es distinto con todos. A vos te quiero de una forma diferente de la que quise antes y probablemente opuesta de la que voy a querer a otra persona después.
Maupassant también lo decía, "no voy a contar nuestra historia, porque el amor tiene solo una: amar y ser amado", yo no sé si te amo. Quizá sea la misma incompatibilidad del guante derecho con la mano izquierda la que hace que vaya a vos como los bichos a la luz, hipnotizada, magnetizada, totalmente idiota, y como también decía Maupassant con un sólo nombre en los labios, un solo pensamiento en el cuerpo y un sólo motivo para que mis latidos se aceleren.
Son las 12. La hora pactada, esa puerta que separa mi mundo del que tienen el resto de los mortales puede abrirse o no, puede que no pase nada o puede que nos pase todo. Todo junto. Yo me la juego a que estás atrás. A que también me buscabas. A que, por fin nos encontramos. A que aunque seamos tan diferentes, podremos construir grandes cosas juntas. Una y mil veces, apuesto a vos, al amor después del amor.

viernes, 20 de noviembre de 2015

Con las tripas

A los 18 años tuve la obligación de votar por primera vez. Para mamá fue un acontecimiento hasta más importante que para mí, porque bueno, la primera de sus hijos ya era casi mayor de edad (en esa época la mayoría absoluta era a los 21 todavía). Gracias a ella y en menor medida a mi papá, yo nunca fui una analfabeta política. Desde muy chica me contaron sobre lo importante que es vivir en democracia y poder elegir a quiénes te van a representar. "Tener un sistema de gobierno en el que no sólo con tu voto sino con tus acciones o tu participación aportes tu granito de arena para definir el futuro del país es un hecho trascendente" me dijeron alguna vez. 
En esas presidenciales donde electoralmente debuté, metí la boleta entera del que cada día más, y después de largas idas y venidas, considero que es mi partido. A nivel comunal la intendencia era muy buena, tanto que hoy, ese intendente al que le di mi primer voto, hoy es el gobernador de Mendoza, cosa que me encanta y me enorgullece, porque su gestión fue, desde que tengo memoria una de las mejores.
Dos años después de esas elecciones, en las que mi candidato quedó tercero, una vez más, metí boleta entera del partido. En ese momento fue algo controvertido. Era un año complicado, con los efectos colaterales de la "no positividad" encima y el deseo ferviente de que el próximo gobierno cambiara de sello. En la provincia el partido arrasó, pero dos años después, el panorama político era distinto.
El partido estaba en un frente, el gobierno de turno, ya se jactaba de ser el Estado ("El Estado Soy Yo") y nuevamente, el otro partido, ese que no voté nunca, arrasaba en las urnas. Mamá siempre consideró que re-re-reelección de un candidato no era democrática, papá al igual que en 2003, seguro atinaba a decir que "cada pueblo tiene el gobierno que se merece". Yo no voté, no pude. Mi vida había dado un giro de 360 grados y ya me encontraba en La Plata. No gobernaba nadie de mi partido, la provincia, la Nación y la comuna destilaban elotropartidismo. La misma historia en 2013.
Llegó 2015. Lo empecé en Mar del Plata, en el cierre de campaña de un candidato que acompañaban mi partido y varios ideológicamente muy cercanos. No era casual que fuera en Mar del Plata ni era casual que yo me encontrara allí terminando de definir mi identidad política. Lejos de casa, lejos de cualquier otra historia, habiendo terminado de cursar en una facultad donde las ideas no se matan, pero se amordazan y con la conciencia y la convicción de que el cambio esta vez sí podía ser posible, empecé a emocionarme con la idea de volver a votar, de sentir lo lindo que es vivir en democracia y poder pelearla día tras día. 
Entre febrero y marzo, las noticias vinieron como un sacudón, todas juntas, como una de esas olas que te da vuelta y no tenés la más pálida idea de dónde te deja parada. El candidato incómodo, ese que no le convenía a nadie, se bajó. El partido, mi, estaba quedando a la deriva y vio dentro de un frente la posibilidad de tomar un salvavidas que lo catapultara a las grandes ligas una vez más. Los resultados le dieron la razón, por más que varios militantes todavía sangrasen-y sangren-por la herida. Nadie niega que pueda ser una oportunidad para que en las próximas elecciones, el pueblo merezca tener un buen gobierno. Queriendo o no, hace ocho años fui orgánica votando al candidato que habían llevado, esta vez, también lo soy, con el dolor de no haber podido encontrar una alternativa, pero con todas las ganas para poder, de acá a las próximas elecciones, poder contribuir a construirla. 

domingo, 8 de noviembre de 2015

Sumatoria

Total parcial: estoy jodida y radiante. Total general: te amo tanto que aunque no te amara sería imposible odiarte. Una no elige. Cortázar tenía razón. Benedetti tenía razón. Todos tenían razón. El amor es ciego, la locura su lazarillo. Hoy, para variar soñé con vos. Te amo, te deseo, te quiero, te todo. Sueño con vos, dormida y despierta, pero de todas maneras estás. Cuento horas, minutos y ovejas hasta que te veo, pero lo más importante siempre será que cuento con vos, no hasta uno, ni hasta mil, sino hasta el infinito, así, hasta el infinito con vos. Y esto no es parcialidad, te amo todo, con lo bueno y lo malo, pero todo.

miércoles, 21 de octubre de 2015

Clima Electoral II-- Elecciones Estudiantiles

El teléfono marca las 18:58, vas por 48 con los minutos contados, doblás en 6. Facultad de Ciencias Económicas. Ves remeras moradas y amarillas desde esa esquina hasta la de 47, te agarrás de una de las barandas, tomás impulso y subís por las escaleras. La última vez que viste tanta gente en la puerta fue durante el ingreso, allá por febrero, cuando sabías que subir esas escaleras implicaba el comienzo de una nueva etapa de tu vida que marcaría también, como mínimo, los cinco años siguientes.
Llegaste a la puerta. Ya sabés o suponés que la cantidad de la gente que viste es sólo el 1% de lo que hay adentro. Se te pueden hacer las siete, las siete y cinco y no te importa, tenés la excusa: "estoy escuchando las propuestas de los candidatos del CECE, perdón por la demora". Ninguna elección se puede tomar a la ligera, ni siquiera dentro de una facultad. Tener quién te represente tanto en ideología como dentro y fuera del ámbito académico es importantísimo. Tu voto es el que hace la diferencia y puede definir un sinfín de cosas a lo largo de toda tu vida académica.
Se me acerca una chica.
-Hola, te puedo dejar un volante de...?
-Sí, sí, dale, dale, dale, dale...
El volante es claro, concreto, conciso. No se necesitan de grandes palabras para demostrar hechos. Hay quien dijo que al hacerlas, las cosas se dicen solas, este es el caso. No necesitás devanarte los sesos en escribir cosas que quizá nadie lea o por falta de tiempo o por falta de interés. Demostrá que hiciste, esa es tu mejor carta de presentación.
Si agarrás un volante de una agrupación, es casi seguro que al ver tu reacción, los de otras fuerzas también se te acerquen.
-Buenas tardes compañera, te puedo contar sobre nuestras propuestas para el 2016 sobre...-dice un militante que parece tener todo el tiempo del mundo en ese pasillo en el que el resto de la gente va a mil.
"Compañera", "compañera", "compañera", compañera se volvió algo tan trillado, tan usado que prácticamente ya perdió su sentido original, es chocante que te lo digan y que de esa forma quieran incluirte dentro de un grupo del que no querés o no te interesa ser parte.
-Disculpame, está todo más que bien con vos, pero no soy tu compañera. Te acepto el volante, sí, Lo voy a leer.
Mientras sigo mi camino por el pasillo lo miro muy por arriba, la estrategia es simple; la agrupación que representaba el pibe se compara con otra, saca sus supuestos trapos sucios y da cuenta de ese manejo antinómico básico que pone al potencial elector en una disyuntiva "o con nosotros o con ellos" y "sin querer queriendo", pretende polarizar la elección entre dos agrupaciones, cuando en realidad existen otras dos con las que podrían, en un hipotetiquísimo caso disputar la minoría en el consejo directivo.
Voy hasta la escalera principal de la facultad, después del primer piso, casi no hay militantes, nadie en su sano juicio subiría tanto por escaleras, supongo.
-Vicky...
-Dámelo, lo leo después...
Una conocida me da el volante de su agrupación, sabe que no los voy a votar, pero que sí los leo, para ver qué dicen. Ninguna elección es completa sino escuchaste todas las campanas y todas las propuestas. Hacerlo te sirve también para convencerte de a quién vas a votar y a quién no votarías nunca.
Llego al aula 19:06. Ni bien llegue a casa, con la cena ya servida, me pondré a leer qué dicen los candidatos, pero pese a todo, ya tengo mi voto definido.

domingo, 4 de octubre de 2015

Cuando las casualidades no existen

"Puedo contar hasta el infinito", así empieza "La Lección" de Ionesco. La primera vez que escuché la frase fue durante una miniserie española, una alumna que mantenía una relación fortuita con su profesor la utilizó para darle a entender que lo podía esperar para siempre.
"Puedo contar hasta el infinito" dije este año, por otros motivos, que ahora quizá no vengan al caso... o sí.
Hace cincuenta y cinco años, mi abuelo, creador de la escuela de teatro de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNCuyo estrenó esa obra en el acto de colación de grados de esa casa de altos estudios.
Nunca nos conocimos.
Pero al parecer, no nos desconocemos.

viernes, 11 de septiembre de 2015

Quizá sea la memoria

En 2011, durante una clase de Textos II, a modo de encuesta, el profesor nos preguntó qué nos acordábamos de 2001, sin especificar a qué fecha se refería. Se cumplían 10 años del 11-S, pero también, del 20 de diciembre. La mayoría del curso, cuando sucedieron esos acontecimientos, tenía entre 9 y 11 años de edad.
Todos recordamos con lujo de detalles el 11-S. Algunos sabían horas, números de vuelos, trayectorias, nombres, cuántos aviones habían sido, que los pasajeros habían podido llamar a sus casas, que había una conexión con el número 11, que Bradbury se enojó con Michael Moore por el documental, que Bin Laden estaba muerto...
Sobre el 20 de diciembre, todos coincidimos en la misma imagen: De la Rúa yéndose en helicóptero. Sólo eso era algo que recordábamos todos. Un par se acordó la plaza, otros los saqueos y yo de la rudimentaria explicación de mis viejos sobre qué era el Estado de Sitio.
--Me preocupa-concluyó el profesor--Se acuerdan más de lo que pasó a 10 mil kilómetros que lo que pasó acá nomás.
Hace seis meses, cuando se cumplieron 11 años del 11-M le preguntaron a los españoles qué se acordaban de ese día. Muchos no supieron que responder y algunos, inclusive se confundían ese día con el 11-S.
Parecería ser que cuanto más ajena es una realidad, más nos la muestran los medios y cuanto más nos la muestran los medios, más la recordamos. Yo me acuerdo de los saqueos que vi por televisión, pero por más que haga memoria no me puedo acordar que a cinco cuadras de mi casa también estaban saqueando un supermercado.
Quizá haya algo que nos esté andando mal...

viernes, 4 de septiembre de 2015

#ChicLit #2008 Me pasa, me pasa así

Pólvora y Nitroglicerina

¿Tanto te iba a querer pendejo?, ¿cómo no me lo advertiste?, ¿cómo me dejaste?, ¿cómo me lo permitiste? Es que nunca estuviste en mis planes, es que yo no te esperaba, al menos no así, en ese momento, ni en ningún otro. Sos un accidente geográfico, mi error favorito, el imprevisto que le surge a todas las adivinas de medio pelo, la opción que nadie nunca jamás marcaría en un multiple choice. Todo eso junto y más, pero de un modo u otro te elegí.
¿Era necesario que me partieras la cabeza de ese modo?, ¿era necesario que me atravesaras el mundo de esa forma… de todas las formas? Soy una estúpida, me dejé llevar. Una discusión me llevó a pensar en argumentos para la siguiente, una charla me enseñó a entenderte hasta en silencio y una broma a reírme sola por la calle, acordándome de vos. En el momento en que me senté, me relajé y caí en la cuenta de lo que estaba pasando ya me tenías hasta las manos, la ínfima parte de azul que tengo en el ojo izquierdo, todas mis manchas y la uña del dedo meñique. ¿Cómo desenredarme si estaba atrapada por todos los frentes?
Sigo sin entenderlo, es gastar tiempo encontrarle lógica a todo esto, como si se le pudiera encontrar coherencia, pies, cabeza, columna y el resto, fuere lo que fuere. Me pasa, me pasa así, me desordena, me vuelve a ordenar, me fragmenta y me une constantemente, me todo.
¿Cómo pudiste?, ¿cómo carajo te metiste así en mi vida?, invasivo, intruso, ni cuando sueño te me vas. ¿algún día me vas a devolver a mí?, ¿nunca vas a dejar de ser una parte de mi yo?
¡Qué plaga!, ni siquiera el mosquito ese que no te deja dormir se siente tanto. Sos insoportable. Ni sé cómo te banco... ¿Tanto me ibas a afectar?, ¿tan poco me ibas a dejar dormir?, ¿tanto me ibas a despertar?
¿Y cómo saber de qué manera sigue esto?, ¿cómo saberlo? si lo único que sé desde que te conocí es que ya no te quiero desconocer más. Pólvora y nitroglicerina... Chocamos hasta rompernos y nos juntamos hasta rehacernos, nos caemos por escaleras caracol en subida, nos decimos blanco, pensamos negro y actuamos rojo, jugamos a la ruleta rusa de las reacciones, nos dinamitamos al mirarnos y le buscamos perpendiculares a lo paralelo. ¿Somos tanto?, ¿seremos tanto?, ¿serás para tanto?... y sí. Gracias por tanto.
Un cadáver de mi cuenta de Myspace- 2008.

martes, 25 de agosto de 2015

#Conferencia #MartínLousteau ¿Crisis dónde?

"De un tiempo a esta parte una de las cosas que está ocurriendo es que la economía argentina no está aumentando su productividad (...). La productividad total de los factores no aumenta en Argentina casi en las últimas cuatro décadas, a excepción de algunos episodios puntuales. Detrás de esto, para mí hay algo mucho más grave que es que lo que no aumenta su productividad hace mucho tiempo y de hecho está perdiendo productividad es el sector público, es el Estado. (...)
Cuando el Estado tiene 45 puntos del Producto, pero no me brinda salud, seguridad o educación, el mercado extrae recursos para otros fines para brindar salud, seguridad y educación. Salud, una prepaga, se transforma en un buen negocio; educación, un colegio se puede transformar en un buen negocio y seguridad de distintas maneras, la más obvia es un barrio cerrado, la más obvia es una garita, pero hay otras, como lo es la discriminación que hace el mercado por los precios de la vivienda dependiendo de si la zona es segura o es insegura. Estas son maneras en las que uno ve la duplicación de las responsabildades entre el Estado y el Mercado y toda esta duplicación atenta contra la productividad total. (...)
Tenemos este problema de un Estado que pierde productividad y que lo expandimos de manera tal, en muchos casos también ha habido mucho aumento de la presión tributaria, lo expandimos con un sistema tributario que confabula con que aumentemos la productividad y después con un montón de cuestiones que en su (in)sostenibilidad lo que generan es incertidumbre en mediano y largo plazo que también atentan con que aumentemos la productividad. Esas son las cosas que generan las crisis y las crisis retroalimentan el problema. Cuando viene la crisis, la última manifestación de la crisis o generalmente el ojo tiene que ver con lo último, la asignación de responsables (...) tiene que ver con quien en ese momento está a cargo en lugar de poder ver la acumulación de los problemas y adjudicar adecuadamente las responsabilidades, pareciera que no aprendemos del inconveniente. Cuando lo único que hacemos es desde el punto de vista político es seguirle el curso a lo que dice la sociedad en este sentido, nos equivocamos no sólo en la construcción del discurso sino en el establecimiento del diagnóstico."
Martín Lousteau en la Facultad de Ciencias Económicas.

lunes, 24 de agosto de 2015

#ChicLit Los últimos diez minutos

17:50, son sólo diez minutos los que dividen mi vida, la entrada y la salida, la libertada y la esclavitud, lo que hago y lo que realmente quiero hacer.
Diez minutos, 600 segundos que pasan más lento que las 5 horas 50 minutos anteriores en las que hice de todo, pero simultáneamente, siento que no hice nada.
Veo el teléfono, juego dos partidos de Tetris, gano, porque, ¿cuándo no?... y el tiempo sigue sin pasar.
Llega gente, llega la gente, "dame tal cosa", "cargame crédito", "¿SUBE tenés?", sí, sí, sí... lo que no tengo es cambio. Es fin de mes, pero a todo el mundo se le está dando por pagar con billetes de cien, me dejan en la lona o haciendo malabares para cerrar la caja. ¿De todo esto se trata la vida de los adultos?
Caigo en la cuenta, no es que a la gente se le haya dado por pagar con billetes de cien, es que está todo tan caro que ya los Roca/Ev*ta son el papel más común y corriente.
No pasaron ni cinco minutos. ¿Por qué internet anda tan mal acá adentro?, no sé nada del mundo y lo que es peor, no sé nada de mi mundo. ¿No era que nada aceleraba tanto el tiempo como la felicidad?, bueno, es obvio que me pone feliz terminar el día, saber que mañana tengo franco y que en un rato tengo una conferencia deputamadre, ¿por qué el tiempo no pasa más rápido?
Vuelvo a jugar al Tetris y vuelvo a ganar, es irremediable, los vicios y los hábitos se desarrollan en la misma parte del cerebro y ya no sé si jugar esto, porque lo hago desde que tengo memoria, en los viejos gamebox, es un vicio o si simplemente estoy tan acostumbrada que ya lo convertí en hábito.
¡Qué miedo que me da la palabra acostumbramiento!, la relaciono inmediatamente con comodidad, zona de confort, laxitud e irremediablemente con inmovilidad, pereza. Acá el único perezoso parece ser el tiempo, la vida tiene que ser movimiento constante. Si no me muevo me muero y mientras no me muera me voy a seguir moviendo.
17;58, vamos a hacer la caja. 2,4,6,8, 10, 12, 14...
-Nena, ¿todo bien?
-Sí, acá lidiando con los números en el límite entre la libertad.
-Cierto que son las seis... y ahora que veo, este lugar parece una jaula, pero vos nunca fuiste un pajarito.
Me río.
-Hay gente que por más que esté entre rejas siempre es libre. Esta barrera es física y sólo por seis horas, el resto de mí, nunca dejará la calle.
Son las seis. Tiro las llaves a través de la puerta y alguien más las junta y me abre. Junto mis cosas, salgo y enjaulo al que sigue. Todos tenemos un poco el Síndrome de Estocolmo y después seguimos caminando.


sábado, 22 de agosto de 2015

#Video #DaríoSztajnszrajber Pasiones vs. presiones

2015. Año electoral. Año de cambios, los que queremos, los que buscamos y los que nunca imaginamos estar presenciando. Lo mejor de nuestra piel es que no nos deja huir y precisamente por eso, no podemos hacer la vista gorda ante lo que está ocurriendo en la política argentina. Uno como militante, como defensor de una matriz social y cultural comienza a cuestionarse qué rol cumple ante un contexto tan cambiante como el visible en este año y hacia dónde va mientras sus convicciones y sus ideales lo mantengan dentro de un partido político, movimiento o agrupación de trabajadores o estudiantil.
El episodio titulado "La Política" del programa Mentira La Verdad conducido por el filósofo Darío Sztajnszrajber (Estainsraiber, pronunciado debidamente) emitido el año pasado, se plantea de un modo que actualmente podría tornarse hasta visionario, como lo político como componente esencial de la sociedad y la política como esfera de poder han ido mutando en pos de intereses de unos pocos, que no siempre representan y rescatan los principios que fundaron los espacios de militancia que conocemos y que terminan por hacer que la democracia degenere en demagogia.
La analogía representada a través de la venta del programa a una productora en Miami que lo transformará en Philosophy Now y le hará tener más publicidades que contenido cultural da cuenta de la vacuidad que puede observarse en cuanto a la conformación de los frentes electorales actuales, que en la carrera por cargos dentro de los gobiernos nacional, provincial y municipal generan una suerte (o mejor dicho desgracia) de travestismo dentro del que un militante se queda sin alternativas para ejercer una actividad que debería obedecer más a las pasiones que a las presiones.
"Una fusión no es lo mismo que una absorción" plantea el filósofo ante la negativa de los directivos de Miami de cederle el espacio a la cultura por unos segundos más de publicidad; que dos o más partidos hagan un frente, en el mismo sentido, no debería por consiguiente implicar que se desdibujaran o mutaran para uno u otro lado de la balanza las ideas de quienes representan cada uno de ellos.
El sistema democrático de por sí, plantea que no sea el pueblo quien gobierne sino sus representantes, escogidos por los mecanismos eleccionarios pertinentes y es también en esa representación que se generan disyuntivas. ¿Verdaderamente quienes fueron electos representan los intereses de quienes los votaron o priorizan los suyos propios?
Las personas son mucho más volátiles que las ideas y precisamente por eso existe una línea cada vez más delgada entre lo que es una pasión y una presión, lo que puede ser la política como herramienta para transformar la realidad y el marketing político y lo que puede ser la democracia como una libertad, una garantía y un derecho o su mero acotamiento al acto eleccionario per se.
Hoy, en agosto de 2015 no es sólo la política la que entró en crisis, sino que los demás aparatos ideológicos del estado, sus instituciones, también lo están haciendo. Ni la educación, ni la familia, ni la escuela, ni lo jurídico, lo sindical ni la cultura están exentas de transformaciones que implican replantearse y rever qué rol cumplimos en cada una de ellas.
Militar, tiene que seguir siendo funcional a las pasiones, porque la experiencia democrática, la política en sí, tiene que sentirse. Si somos coherentes con lo que sentimos no necesitamos devanarnos los sesos pensando en qué hacer y qué decir; al sentirlas, al llevarlas a acciones, las cosas se dicen solas. Como militantes, la situación actual nos plantea la búsqueda constante de un equilibrio entre lo que llegamos a ser, lo que fuimos, lo que somos y lo que queremos ser: tenemos que mantener los principios, las convicciones y las ideas que nos llevaron a decir "soy (no estoy) en este partido" al tiempo que generamos acciones que garanticen la supervivencia de nuestra organización sin desdibujar nuestro componente identitario ni permitir que otros partidos, u organizaciones, que las modas del momento nos corrompan.

viernes, 21 de agosto de 2015

#Video Daniel Rabinovich.

Hay días en los que quisiera no leer los diarios, no escuchar las radios y aislarme de todas las redes (anti)sociales que frecuento diaramente sin posibilidad alguna de escapatoria. Hoy es uno de esos días.
La noticia me tomó por sorpresa, en ese lapsus de tiempo en el que todavía no dejé la cama pero ya empecé a hacer mi vida, a escribir tal cosa, a hablar con tal otra persona o a diagramar las actividades que de a poco voy a ir llevando a cabo. Me detuve en seco y me quedé dura. La muerte está tan segura de vencerte que te da toda una vida de revancha y sí, a Daniel le ganó, como a tantos otros.
Pero recordarlo, volver a escucharlo, para mí no significó tristeza, sino que me hizo recordar una de las mejores épocas de mi vida, esa infancia que siempre voy a guardar entera.
Daniel es parte de esas noches en las que con nueve, diez, once años me sentaba en el piso de casa, ese piso de cerámico rosa, que me helaba los muslos y me hacía acomodarme varias veces hasta encontrar posición y me ponía a ver los cassettes que mi papá tenía debajo de la mesada.
En un estuche rojo con letras blancas y negras había un especial de Les Luthiers, eran cuatro cassettes enumerados a los que siempre me gustaba cambiar de orden para que el próximo que los escuchara le encontrara un orden distinto al concierto. También me gustaba hipotetizar sobre si, cambiando ese orden, la actuación de los cómicos perdería sentido o no. No recuerdo a qué conclusión llegué.
Por muchos años, Les Luthiers era parte de mis sobremesas y cuando fui creciendo y ya me fui de mi casa, volver y ver a alguno de mis hermanos o a mamá mirando los conciertos era como volver a esas épocas en las que me comían los mosquitos pero estaba pegada al grabador o rebobinando o adelantando las cintas con una bic. Hace algunos años tuve el placer de verlos en vivo. No tenía para llegar a fin de mes, pero fui a verlos a ellos, a recordarme sentada en el suelo, a reírme a carcajadas hasta entrada la medianoche. No fue un gasto, fue una inversión.
Daniel, fue un gusto. Hasta siempre y gracias.

miércoles, 12 de agosto de 2015

#110AñosUNLP Una muchacha y una reforma

"La tradición reformista nos ha enseñado que el objetivo de la universidad debe ser procurar una síntesis de un proceso formativo y no de una suma meramente informativa. La Universidad es el laboratorio que emplea toda la experiencia de la Nación y la articula con la experiencia de la humanidad para conformar nuevas generaciones, capaces de resolver y pensar, no sólo los problemas presentes, sino los problemas futuros. Su objetivo no es suministrar engranajes al modelo, sino generar una tormenta de ideas.
Porque la universidad solamente puede tener un accionar constructivo en la medida en que forme ciudadanos con capacidad para estudiar la ciencia, la técnica y la producción, pero también, insertarse en la sociedad, con una brújula moral y formativa que permita transitar a su albedrío responsable el tiempo y el espacio que le toca vivir.
Porque una universidad no se evalúa por sus rendimientos económicos, sino por las ideas que proyecta. La grandeza de la universidad radica en los principios que de ella emanan, por la revolución en el campo de los sistemas filosóficos y científicos que ella produzca, por la
calidad moral, la capacidad científica y técnica de sus egresados."
Fundamentación del “Proyecto de Cátedra Libre “Reforma Universitaria” presentado por Guillermo Estévez Boero en la Cámara de Diputados de la Nación, en el año 1998 al cumplirse 80º años de la Reforma.
"Es imprescindible volver a darle un nuevo rol protagónico a esas instituciones que son el fruto de la Reforma Universitaria, no es suficiente con nombrarla, es necesario lograr que la universidad sea la herramienta que fue alguna vez para solucionar los problemas que aquejan al país. Y todo esto es posible, si volvemos a llenar de contenido los Centros de estudiantes, los Consejos directivos, los Consejos superiores, las asambleas, la FUA. ¿Cuál es el rol que juegan hoy estos espacios? ¿Es el correcto? ¿Cuánto ayudan a modificar esta realidad? A estas preguntas, los estudiantes de hoy tenemos que darle respuesta"
.
Escrito en blog
Defiendo la universidad pública y la educación gratuita para siempre. 

martes, 28 de julio de 2015

¿En qué se mide la pobreza? #Illia

"El 28 de junio de 1966, Arturo Illia fue derrocado por Juan Carlos Onganía. Cuando abandonó la Rosada, declaró ante el Escribano Mayor de la Casa de Gobierno los siguientes bienes: su casa y su consultorio; tres trajes grises; un traje negro; dos sacos sport; tres camperas; cuatro pulloveres; ocho camisas de vestir; cuatro camisas de manga corta; diez pares de medias; tres pares de zapatos negros; un par de chinelas; un desavillé; una salida de baño; ocho juegos de ropa interior; diez corbatas; tres pijamas; un par de anteojos negros y un portafolio. No tenía auto: lo había tenido que vender" leí por ahí. 

Me indigné.

 Se puede ser riquísimo, se puede estar como quien dice "cagado en guita", pero si no tenés ideales, si no sos coherente con lo que pensás y lo que decís, si no sos íntegro, si la vas de progre y sos de derecha y si priorizás tus intereses por sobre los de la gente que te banca y los que te rodean, no sos pobre. Sos paupérrimo.





jueves, 18 de junio de 2015

#Video Aprender Volando- Populismo vs. República.


 "El populismo ama tanto a los pobres que los multiplica"


Realizado por la Fundación Libertad y Progreso. 
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Idea y Guión: Agustín Etchebarne
Protagonista: Gloria Álvarez
Edición de contenido: Aldo Abram, Manuel Solanet, Mercedes Colombres, Candelaria de Elizalde, Diana Schvarztein, Federico G. Rouco, Esteban Siracusa, Eugenio Mari.

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Dirección artística: Martin Muerza, Ezequiel Odone
Cámara: Joaquín Villaro, Javier Delichotti
Edición: Ezequiel Odone
Diseño: Marquitos Farina
Animación: Ezequiel Odone, Agustín Dalla Vía
http://martinmuerza.com.ar

sábado, 16 de mayo de 2015

Muro versus puente

"Que para no ser heridos levantamos muros.
Que quien siembra muros no recoge nada.
Que casi todos somos albañiles de muros.
Que sería mejor construir puentes.
Que sobre ellos se va a la otra orilla y también se vuelve."

Mario Benedetti.

Un muro material te aprisiona; uno mental te amedrenta, te cierra posibilidades; uno virtual te condiciona a ser, hacer y decir. Todos te limitan. 
¿Por qué en vez de construir tantos muros, por qué en vez de buscarle un pero a todo no nos ponemos a construir un puente?
El cambio da miedo, salir a la calle da miedo, cerrar la computadora, dejar de creer en lo que ya creías, da miedo.
Pero para todo, para absolutamente todo, hay un primer paso.
Cambiar el muro por el puente es arriesgado, nadie nos garantiza que es una buena decisión o que es la correcta, pero es preferible haber hecho el viaje hasta la otra orilla, antes de no haber salido nunca.

Por más estable que sea el muro, por más rígida o por más fuerte que sea su imagen o más sólida que sea su estructura no lo elijo. Yo quiero seguir sintiendo una y mil veces la adrenalina recorriéndome, yo quiero seguir cruzando puentes y descubriendo orillas, sola o acompañada.
Sé que cuantos más puentes construya, recorra y arme, menos miedo voy a tener de seguir tirando muros.

"¿Cómo hacerte entender que nadie establece normas salvo la vida?" 

jueves, 23 de abril de 2015

#ChicLit Jueves II

"Son esos ratitos que me das en los que es mucho mejor no hacer más fuerza y dejar que si se va el corazón, que si se va que se vaya, no lo echaremos en falta"
Son quince cuadras que me parecen eternas, en las que siento que no me dan las piernas para caminar un paso más pero sigo caminando, respiro, camino, respiro hondo una vez más y sigo caminando.
Así voy, así llego, así te veo venir y me veo llegar.
Caliento motores en Parque Saavedra, agarro mi mochila llena de libros y boludeces y empiezo la recorrida. Miro para todas partes antes de cruzar y cruzo una calle tras otra. Atravieso plaza Moreno no sin antes preguntarme si es cierto que las estatuas hacen cuernitos o si la Catedral está abierta o si alguna vez volveré a alguna misa.
Ya cuando hice diez cuadras siento que no doy más, que me puedo desarmar, que no puedo correr, pero no puedo dejar de andar, el movimiento es vida y no quiero detenerme.
Paso por casa, dejo mis cosas, junto otras nuevas, me peino, tomo agua y emprendo la recorrida otra vez. ¿Cómo huelo?, ¿tendré mucha cara de rota?, ¿seguirás teniendo esa cana enorme sobre tu cabeza?, tantas preguntas y yo sólo quiero llegar.
Atravieso esa puerta como tantos otros jueves, en los que me cuestiono por qué no soy más linda, más inteligente, más simple o menos cagona. Subo casi por inercia, siento pasos, movimientos y luego el tono terroso de tu voz. Sos vos.
Entro. Dejo mis cosas y me siento.
Dame otro ratito. Qué lindo que es volver a verte. Quisiera que esto dure para siempre.

sábado, 11 de abril de 2015

#ChicLit Vos, yo, nosotros.

Y me abracé a mis piernas, a todo mi cuerpo pensando en vos, pensando en tu existencia, en lo lindo que es saber que estás y que existís.
Es que más allá de lo que pase con nosotros, o con el mundo, aunque todo se acabe, aunque mañana haya un apocalipsis, aunque salga de acá y me pise un tren, el sólo hecho de que me hayas dado ratitos tan felices o hayas sido partícipe y colaborador de lo que siento en este momento me encanta, me desborda. Me inundás.
Sos libre y con vos me siento sin cadenas, me hacés sentir sin ataduras. Con vos yo sigo siendo yo y vos seguís siendo vos y cuando nos encontramos, cuando ocurre ese milagro, esa causalidad tan casual, ese todo que me deja sin nada, también somos nosotros.
No te quiero porque querer es exigirle algo a alguien. Cuando alguien te hace sentir así a la vida no hay que pedirle nada, hay que entregarse, darlo todo y respirar. Gracias por estar, gracias por ser, gracias por hacernos.

sábado, 14 de marzo de 2015

La interpelación de la experiencia

La tutoría era a las seis. No llego ni a patadas ninja así de puntual. Y diez cuanto mucho va a estar empezando. ¡Y el micro que no pasa!, podría ir caminando, pero hace calor y ya me estoy deshaciendo, derritiendo. Podría, pero no. El chofer del 273 vio mis señas, salvo por el embotellamiento que siempre hay en 54 vamos a ir rápido, creo, espero. Siempre son 20 minutos promedio hasta llegar a la facu. Cuando haga más frío y no llueva seguro que voy a pata. Ahora déjenme así.
Me siento, me fijo en face si hay piblicación y si, el aula es una de las doscientos y pico, esas que huelen a traspiración acumulada y hormonas en pleno verano, que tienen persianas de metal y pupitres sólo para diestros. 
¡Qué cansada que estoy!, ¿voy o no voy?, ¿voy o no voy?, bueno, voy, aunque sea me recreo la vista. El tutor es lindo. 
Me bajo del colectivo. En 49, me gusta pasar por derecho, entrar por la puerta de 47, esas cosas. Subo, estoy traspirando, tengo un paquete de bizcochos a medio comer en una mano y un agua en el otro. Las escaleras se me hacen interminables, pero finalmente llego, atravieso el largo pasillo. La puerta está cerrada, la puerta está cerrada y no veo a nadie, ¿y si entro y no es?, ¿y si nada que ver?
Avanti. Entro. Las filas de adelante están repletas, me quedo al fondo, quiero pasar lo más desapercibida que pueda. Voy al segundo banco, dejo la punta libre, estoy desarmada, pero me rearmo. Adelante está mi tutor y otro más, el que postea siempre, tiene una remera morada sin identificaciones, pero morada. Es obvio.
Po me habla. 
-¿Comisión?
Bajo la vista, la puta madre. No me tenías que hablar, no tenías que hacerme notar que llegué tarde. Son y media. Una amiga está adelante y me saluda, está con algunas chicas más. No me quiero mover.
-Ehhhm, la... siete... 
-Ah, entonces vas con él.
-Es de las mías.
Se ríe. Lo odio un poquito más. le puso "me gusta" a mi foto en la Casa del Pueblo, pero fue a la madrugada, seguro estaba copete. 
Abro el cuaderno. Etkin. El organigrama de la facultad, ¿Qué es una organización?. Esto ya lo sé. Mi vida universitaria tiene más años que el Estadio Único. Pongo los ojos en blanco. Me aburro. Justo en el banco de la fila de adelante hay una calcomanía con la cara de Binner, agarro la lapicera así nomás y con la izquierda y empiezo a escribir "capo", sin mirar a nadie. Estoy terminando de dibujar la o y escucho un "Mejor yo me voy a sentar acá".
No tuve tiempo para reaccionar, un milisegundo después tengo al loco al lado, el sonido el cuerpo casi desplomándose sobre los bancos ochentosos y el chirrido del pupitre que sube y baja es insoportable. Se mueve mucho, pareciera que estuviera manejando sobre el banco. ¡Yo quiero huir! Lo miro de reojo, sin entender nada todavía, me asusta, me intimida, seguro vio que escribía, todavía tengo la lapicera en la mano. Que no me diga nada, que no me diga nada que me muero de vergüenza. Lo miro. ¿Qué es pupila y qué es iris?, tiene la ropa del trabajo, las zapatillas rojas con una línea azul, no se come las uñas, mastica chicle, estamos hace una hora, es un infinit. Va a decir algo, corro la vista, al pizarrón again.
-¿Cómo estás?, ¿te está yendo bien en los test de lectura?, ¿tenés alguna duda con algo? [WTF]
-Eh, no, no parece complicado, todo esto de instituido/instituyente yo ya lo sé, porque me encanta y aparte lo vi en las últimas materias que di en Comunicación Social. 
-Ah, ¿sos periodista che?, mirá vos. [TE ODIO, TE ODIO, TE ODIO]
 Si las miradas pudieran matar, la que le tiré lo dejaría más muerto que el Raid a los mosquitos.
-NO. Soy comunicadora social.- me mira con cara de "¿y cuál es la diferencia?"- hay dos orientaciones, yo estoy en planificación que tiene que ver con la comunicación organizacional, interna, externa, el periodista es otra cosa.
-Y nada que ver allá con acá, estás en el bando opuesto. no? [TE ODIO, TE ODIO, TE ODIO]
-NO. Te juro que los odio. Estaba esperando terminar porque la facultad me tenía harta. No podés nada. Te bajan línea todo el tiempo y hasta los proyectos de investigación y de extensión están relacionados con La Walsh-se lo dije como si ya supiera quiénes eran, como si ya lo supiera todo.
-Bueno, quedate tranquila, que nosotros somos distintos, En esta facultad valoramos el esfuerzo, el trabajo, la dedicación, las ganas de participar, así te ganás tu lugar, no a dedo.
Sonrío.
-Buenísimo. No sabés la tranquilidad que me da. (silencio) aparte allá es todo tan corrupto, en los trabajos prácticos aprobás poniendo lo que ellos quieren.
-Ah, mirá vos. No me sorprendería para nada. Ellos tienen otra lógica. Me han contado que hay locos que son ayudantes de materias que no cursaron.
Asiento. El tutor de adelante lo llama.
-Cualquier cosa me preguntás.
WOW.
Y la tutoría siguió, como siguen las cosas que no tienen sentido.  


miércoles, 11 de marzo de 2015

#Video #ChicLit #InMemoriam Jueves I


"Supongo que piensas 'qué chica más tonta', me quiero morir"
Y ya estamos llegando, mi vida ha cambiado, un día especial este 11 de marzo, me tomas la mano, dices que me quieres, llegamos a un túnel que apaga la luz.
Te encuentro la cara gracias a mis manos, me vuelvo valiente y te beso en los labios, dices que me quieres y yo te regalo el último soplo de mi corazón.

Vidas truncadas, ¿cuántas más?.

jueves, 19 de febrero de 2015

Día 1

18 DE FEBRERO DE 2015.
PRIMER DÍA EN LA FACU
PRIMERA CURSADA 
7 A.M.

LA PROFESORA
Estatura media, rubia de rulos, probablemente sea afín a los alisados, se parece a la mina del bebé de Rosemary o una de una película que apuñalaba gente en camisón. En el grupo de whatsapp la ven igual. Está muy bronceada. Habla con un tono demasiado dulce, me da miedo. Quizá sea un lobo vestido de oveja. Quizá el tono dulce sea sólo una apariencia y después en los exámenes nos haga parir. Se levantó temprano, más temprano que yo que llegué tarde. Usa gancho para carteras. No se viste ni muy muy ni tan tan. Esta no es mi primera impresión, ya la vi en las charlas del año pasado. Me asustó ese tono con el que habla. No me terminó de cerrar. ¿Es realmente así de melosa o sólo me está endulzando lo que será una de las cursadas más arduas de toda mi existencia?, ¿me hará debutar en los finales?. Anda entre los cuarentilargos y los cincuenticortos. Fija. 

LA ADJUNTA 1
Más que morocha, morena. Se le nota que fuma más o menos a treinta leguas de distancia. Pensé que había sido yo sola, pero las chicas también le vieron la bombacha. Es un descuido que en una primera impresión causa, valga la redundancia, impresión. Me hace acordar tanto a Anamá Ferreira o como mierda sea que se escriba, que tengo la sensación de que me va a hablar y le va a salir algo en portuñol o en espagués. Muy fuerte. También me hace acordar a mi profesora de Literatura del secundario. Tenía la piel así de seca y las arrugas típicas de un fumador en la comisura de los labios, parecía que iba a escupir tabaco y pronunciaba horrible. Parece no ser ninguna improvisada, es más, creo que aporta la cuota de realismo que quizá la profesora está maquillando. Le doy treintilargos o cuarentipocos.

LA ADJUNTA 2
Bronde. Cara de Sophie Ellis Bextor o plato volador o galleta. Me hace acordar a Malena Pichot, no sé si por el corte de pelo, las trabitas o la ropa, tiene un estilo bastante más descontracturado que las otras dos, pero no por eso demasiado informal o fuera de lugar. Para el grupo de WA es ET. No sé por qué, pero me cae bien. No parece estar tan lejos de lo que somos nosotras y parece ser más comprensiva que las dos anteriores, pero no por eso boluda. Es más, creo que hasta tiene pinta de nerd en recuperación. Es empleada pública, ¿será oficialista también? Hace chistes, una buena, trata de descontracturar con alguna que otra broma, mejor, si tenemos que dar algún oral, puede que ayude a romper el hielo, o sea la que "se banca los trapos" Treinticortos tiene, o unos veinti muy largos.

EL TUTOR
Es Daniel el Travieso con filtro en negativo. Mismo corte, ojos negrísimos y arrugas de haberse reído mucho y haber dormido poco. Trabaja en una financiera dice, me lo re imagino entre algodones de azúcar en una publicidad de Pampers o en una oficina que de tan cheta ya es descontracturada. Igual siento que destila pueblo. Muy contradictorio todo. Hasta la relación apellido/fenotipo, como con la profe. Noté cierta tensión entre ellos. Pasó el face de entrada y las tutorías son el viernes a la noche, mmmmm-i-a-u. Pero ni fu ni fa. Está sólo una hora y media en la clase así que en el hipotético caso en el que alguna vez le hable va a ser solo para pedirle algo, ¿qué tanto face y clase extra?, me da la sensación de que nunca vamos a hablar de nada más, nada más que Administración 1. Le doy 30 años, clavaditos y bien vividos.
 
LA AYUDANTE ALUMNA
 Rubia e iluminada. El maquillaje no fue suficiente para que se le taparan las ojeras, la cara de dormida no se le puede disimular con nada. Parece piola, pero también se nota que está verde y en ese "está verde" le pueden sobrar o faltar un montón de cosas. Habrá que tomarla con pinzas, de las quirúrgicas. Quizá me deje con el traste en la mano después, who knows.Como es la más joven seguro que también va a ser la más exigente cuando tengan que corregir los test de lectura. Es una profesora en potencia, eso de entrada. No le tengo que adivinar la edad. Cumple 20 este año. Veinte. Veinte.

jueves, 5 de febrero de 2015

#ChicLit Todo y nada

Nunca nos escribimos una carta,
ni la dedicatoria en un libro,
y menos que menos una tarjeta de aniversario.
No tenemos fotos,
ni juntos, ni solos, ni con otra gente,
ni donde nos conocimos,
ni donde nos dijimos adiós.
Nunca nos dijimos "te amo"
ni nos quisimos frente a frente
pero tampoco nos odiamos.
Pasamos tiempo juntos,
horas, días, quizá hasta meses
pero eso no nos hizo estar juntos.
Nos entregamos, fuimos uno,
 nos hicimos y también nos rompimos.
Nos escapamos del mundo por ratitos
nos comunicábamos sin hablar
pero diciéndolo todo
hasta que finalmente agotamos las conversaciones.
No fuimos nada, no éramos nada, no tuvimos nada
y sin embargo, de a ratos creo que fuiste todo
e incluso, que podríamos haber sido todo.


jueves, 8 de enero de 2015

Yo no exageraba

Corría el año 2007 y ni bien empezó tuve que comenzar a prepararme para mi viaje de egresados. Mamá, mi padrino y mi tío habían hecho un esfuerzo entre todos para pagarme religiosamente las cuotas de cada mes, así que cuando por fin me subí al colectivo que me llevaba a Bariloche estaba ansiosa, histérica y en ese estado de "nopuedocreerlomeestoyyendo" que a todos, a los cuarentipico que éramos nos invadía por igual.
Sin embargo, mis planes de disfrutar al máximo cambiaron por completo el mediodía del 8 de enero. Habíamos ido a bailar la noche anterior y un gigantón de dos metros me había pisado el tobillo, tenía un moretón enorme, pero también 17 años y una tozudez marca huevo frito, entonces me la banqué y subí al Cerro Catedral como todos mis compañeros. Una vez que llegué allí me encontré con que no había nieve tanta nieve sino uno que otro cascote de hielo y varias piedras descubiertas. Sin embargo, ver algo de blanco y más que nada sentirlo, en pleno enero, era un privilegio.
Alguien gritó "Chicos, vengan a sacarse las fotos para el cuadro" y fuimos, estaban los camarógrafos pidiendo que nos empezáramos a acomodar mientras algunos seguían jugando con la nieve y otros recién estaban viniendo. Yo me acomodé rápido, me acuerdo, porque sino me ponía adelante difícilmente saldría en las fotos. Me dolía el pie, pero era solamente un pie, ¿qué más daba?
No sé en qué momento fue, no pude reaccionar tampoco, ni pude incorporarme. No supe cómo ni de qué manera, de repente, de estar casi adelante de todo en el montón de gente, pasé a estar abajo. Sí, abajo de un montón de overoles naranja y nada más. Tenía una mano apoyada sobre mi cara y sentí cómo el hielo o la nieve o lo que fuera, me estaba empezando a quemar, eso que estaba tocando estaba tan frío que me quemaba una mano y no veía nada, Estaba boca abajo, con vaya uno a saber cuántas personas arriba mío. Empecé a gritar, grité, grité, grité, con todas mis fuerzas. Había ganado un concurso de gritos hacía unos años, tenía que funcionar. Pero la gente de arriba mío no se movía, no pasaba absolutamente nada. Seguí gritando. Sentí un crujido, la presión sobre mi cabeza era insoportable. Me estaban aplastando y nadie me escuchaba. No me desesperé, o sí. Sólo seguí gritando.
No sé precisar tampoco cuanto tiempo pasó, cuánto pasé yo ahí abajo de todos. Lo único que sé es que apenas salí vi que una mis compañeras que también había quedado abajo de todo, estaba puteando a medio mundo, diciendo a gritos "pensé que me iba a morir pelotudo, estaba abajo de todos y nadie me escuchaba"
-Yo también-dije. Estaba mareada. Alguien me preguntó si estaba bien y me desmayé.
Alguien me tiró agua en la cara, recuperé el conocimiento. Una voz dijo "ja, ¿no estará exagerando?"
El coordinador le respondió "no, se desmayó" y para más inri, en cuanto me incorporé, me empezó a sangrar la nariz.
El otro coordinador, me subió a caballo suyo y me bajó así hasta llegar a la zona de las aerosillas, tiempo después sabría que eso era algo peligrosísimo y que ni siquiera me tendrían que haber movido, pero ya estaba hecho, estoy viva, ni modo.
Me bajaron porque no había médicos ahí arriba, porque recién tuve que llegar al refugio que había más abajo para que alguien me atendiera. Ahí adentro me empezaron a hacer preguntas
-Cómo llegaste hasta acá?
-Caminando.
-¿Cómo que caminando?, ¿eso que tenés en la mano es una ampolla?
-Sí, me quemé con la nieve, quedé con la cara entre mis compañeros y la nieve, puse la mano porque estaba así...
Me pusieron suero y cuando me dormía me volvían a despertar. Ni sabía qué hora era.
Después me llevaron al hospital Regional. En el viaje, una médica me hacía las mismas preguntas que en el refugio,
-Nombre, edad, número de teléfono, documento...
-Gabriela Victoria, 17, 2615030968, 3450...
-¿Qué te pasó?
En el hospital me hicieron tomografías, radiografías y me miraban las fosas nasales para ver de qué lado había sangrado. Me miraban los ojos y evitaban a toda costa que me quedara dormida.
Veía luces y tenía una mosca que no me dejaba quedarme quieta en el tomógrafo. Me dormí, me despertaron.
Recién tipo 7 de la tarde llamaron a mamá, que se estaba yendo a un Congreso. Le dijeron que iba a pasar la noche en el hospital para estar tranquila, porque no tenía nada grave.
-¿Chocazo?-preguntó un médico, el último que vi antes de que me pusieran en una habitación.
Negué con la cabeza.
-¿Qué te pasó?
Le conté.Se limitó a mirarme.
Antes de entrar en la habitación, vi que había carteles con los nombres de los recién nacidos que había en el hospital. Me llamó la atención que todos se llamaran Valentina, Valentín y Valentino. Yo creí que estaba en el área de maternidad, estaba en terapia intensiva.
Los días siguientes me la pasé entre el oftalmólogo, el neurólogo y los clínicos. No era recomendable que tomara alcohol, a los boliches iba de visita, no pude cabalgar o hacer algunas cosas en las excursiones y volví a casa con mitad de la cara violeta (por los moretones) y los globos oculares rojos, porque la presión en la cabeza había sido tan fuerte, que todos los capilares que había en esa zona se reventaron. Al menos eso me dijeron los médicos que vi a la vuelta, ante la atónita mirada de mamá, que no entiende cómo no la llevaron hasta Bariloche. Un médico amigo le dijo que en casos como el mío pasar la noche internada es una medida de precaución, porque no se sabe cómo evolucionan esos casos y muchas veces, hay que descartar hemorragias internas que quizá los exámenes preliminares no muestren.
-Politraumatismo de cráneo con pérdida de conocimiento.-le escuché a decir a una enfermera de las que me atendió en el Regional-la sacaste barata. Con el tiempo entendería por qué.
Todavía me pregunto qué hubiera pasado si no me sangraba la nariz y si mi coordinador no me creía. Pero pasó mucho tiempo y ya no hay "what if...", estoy.